Evaluación del estado de conservación y recuperación de Harpalyce macrocarpa – un
árbol endémico de Cuba Central

Harpalyce macrocarpa (sangre de doncella) es una de las pocas especies de árboles que crecen en la vegetación sobre serpentina de Cuba Central. Este árbol depende de la humedad que proporcionan los arroyos cercanos para crecer en estos ecosistemas secos. Sin embargo, el cambio climático ha provocado cambios en los patrones estacionales de pequeños cursos de agua afectando a las plantas que crecen en la ribera de los mismos, como es el caso de Harpalyce macrocarpa. Estos cambios han traído como consecuencia una disminución en la germinación de las semillas de la especie y un incremento en la mortalidad de las plántulas. También parece estar afectando la floración, con un impacto directo en la producción de frutos y semillas.

Foto: Arnaldo Toledo

Por otra parte, los árboles de Harpalyce macrocarpa son conocidos localmente por la durabilidad de su madera, por lo que la especie ha sido explotada durante años mediante la tala ilegal en el área. Esta amenaza ha provocado una drástica reducción del tamaño de las poblaciones.

 

La recuperación natural de esta planta En Peligro Crítico de extinción se encuentra actualmente limitada por el reducido número de adultos que quedan en las poblaciones, el bajo reclutamiento de plántulas, las actuales condiciones de sequía en los bosques de galería en los que crece y la continua tala de árboles. Es por ello que se requieren intervenciones específicas para incrementar rápidamente el tamaño de la población de Harpalyce macrocarpa, restaurar su hábitat e involucrar a la comunidad local para asegurar su supervivencia a largo plazo.

 

Planta! inició este proyecto en Noviembre de 2016 con el apoyo del Whitley Fund for Nature (WFN). Durante los dos primeros años de este proyecto se realizaron varios muestreos para buscar nuevos individuos así como para estudiar la dinámica de la población. Previamente a estos muestreos solo se conocían 28 adultos. Sin embargo, nuestros resultados muestran que la población de Harpalyce macrocarpa actualmente incluye 328 adultos y 131 juveniles. Estas son buenas noticias para nuestras metas de conservación ya que el hecho de encontrar nuevos individuos incrementa la probabilidad de una recuperación exitosa de la población.

Colecciones ex situ

 

Establecer una colección ex situ de Harpalyce macrocarpa para reforzar la población natural es actualmente una de nuestras principales metas. En cada localidad, se colectó el diez porciento de las semillas disponibles y se llevó a viveros locales para su propagación. Hasta el momento, los resultados son alentadores. La tasa de germinación ex situ es muy alta (el 90-93% de las semillas) y la supervivencia de las plántulas es excelente. Para finales del próximo año esperamos tener al menos 150 plántulas de Harpalyce macrocarpa creciendo en viveros locales.

Restauración del hábitat

 

Este es un paso esencial para asegurar la supervivencia de las plántulas. Las especies acompañantes de Harpalyce macrocarpa también están siendo propagadas en viveros locales. Nos enfocamos primero en especies de rápido crecimiento, pues la reintroducción de estos árboles podría restaurar en poco tiempo la sombra y la humedad que necesitan las plántulas para desarrollarse, contribuyendo así a la restauración del habitat.

 

Incrementando la producción natural de frutos y semillas

 

Estudios preliminares en la población han mostrado que existe una producción muy baja de semillas. Sin embargo, la causa de esta producción deficiente de semillas aún está en estudio. Nosotros creemos firmemente que existen factores limitando la polinización. Hemos realizado experimentos de campo en los que polinizamos manualmente las flores de Harpalyce macrocarpa. Los resultados muestran que la polinización fue efectiva en el 90% de los casos, incrementando la producción de frutos y semillas. De modo que el problema radica en la cantidad de polen que llega de forma natural al estigma de las flores. 

 

Nuestro equipo aún continua muestreando cada localidad para establecer los factores que limitan la polinización. Estos resultados podrían ayudarnos a crear un plan de manejo de las poblaciones de polinizadores y el uso de pesticidas en áreas cercanas destinadas a la agricultura.

 

Trabajando con la comunidad

 

También hemos trabajado involucrando a la comunidad local en este proyecto de conservación. Es esencial para la recuperación de la especie detener la tala en tierras privadas y controlar el corte ilegal de estos árboles en áreas no protegidas; pero para lograrlo necesitamos la ayuda de la comunidad.

En el primer año del proyecto, realizamos un taller en la Sabana de San Felipe en el que participaron miembros de la comunidad y gestores del área. Durante el taller recalcamos el crítico estado de la población de Harpalyce macrocarpa y su inminente peligro de extinción. También les propusimos el uso de especies maderables accesibles como es el caso de la planta invasiva Dichrostachys cinerea. Adicionalmente, presentamos las potencialidades de Harpalyce macrocarpa como ornamental. Teniendo en cuenta los racimos de grandes flores rojas que posee este árbol, creemos que será popular entre horticultores y jardineros. De esta forma, se podrían obtener otros beneficios de la planta en un modo que estimula su propagación.

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