Conservar es amar - memorias de un taller en Brasil

Este viaje fue más largo. No fui a una sabana ni a un monte. El apoyo de Planta! me permitió asistir al XIV Taller de Genética para la Conservación, en la ciudad de Natal, Brasil. Lo organiza cada año la Red de Genética para la Conservación (REGENEC). Busca proveer a estudiantes latinoamericanos de habilidades para desarrollar investigaciones que utilicen la genética como herramienta. Yo presenté mi proyecto de maestría, en el que estudio la variabilidad genética de poblaciones naturales de Phyllanthus orbicularis.

 

Fecha: 05/05/2020

 

Proyecto: Programa de Capacitación: apoyando la conservación de especies de árboles amenazadas.

 

Se trata de un arbusto exclusivo de Cuba, muy abundante en los cuabales, esos montes donde un suelo pobre en nutrientes produce el milagro de una flora muy abundante, imposible de ver en otro sitio. Sus hojas son muy pequeñas, pero cuando se llena de flores rosadas hay que mirarla. Esta planta significa mucho para mí: en mi tesis de grado estudié su variabilidad morfológica. Y es que su apariencia no siempre es la misma. Queremos saber si las poblaciones conocidas son todas de la misma especie o no, algo en lo que mucho aporta el análisis genético.

Phyllanthus orbicularis es un arbusto exclusivo de Cuba, muy abundante en los cuabales. Foto: JLG

Singular entre iguales

Natal se encuentra en el extremo noreste de Brasil. Cuenta con impresionantes dunas de arena que se alejan cientos de metros de la costa. Su clima es muy parecido al de Cuba, pero sus playas no son como las nuestras, suelen tener mucho oleaje y la arena es menos blanca. El taller tuvo lugar en el hotel Praia Bonita. Había estudiantes del propio Brasil, de Argentina, Chile, Costa Rica, Guatemala, México, Colombia, Perú, Bolivia y República Dominicana.

Natal cuenta con impresionantes playas que acogieron este taller donde participaron personas de 10 países.

La primera actividad fue un autoanálisis de los proyectos de conservación que traíamos. Todos debíamos compartir en qué fase estábamos, nuestras metas y las acciones para alcanzarlas. Fue muy útil para conocernos y entender que una investigación puede regirse por diferentes metodologías y puntos de vista, según sus objetivos; que de iguales datos pueden hacerse varias interpretaciones.

Los proyectos de mis compañeros me parecieron muy interesantes. Pero me llamó la atención que salvo tres, incluido el mío, todos los demás eran para conservar animales. Ello me demostró cuán subvalorada está aún la flora en el esfuerzo universal por salvar la vida. Según los organizadores del taller, era la primera vez que un estudiante de Cuba se presentaba con un proyecto de conservación de plantas.

Dennys de Vales presenta su tesis de diploma sobre la variabilidad genética de Phyllanthus orbicularis.

Ensanchando la mente

El taller fue una avalancha de temas novedosos. La genómica, la delimitación de linajes, la forénsica, la filogeografía, la inferencia demográfica y el parentesco; todos con gran aplicación en la conservación. La delimitación de linajes, por ejemplo, permite conocer si diferentes grupos constituyen especies distintas o no. El parentesco trata de identificar si existen relaciones genealógicas entre individuos mediante análisis genéticos (como las populares pruebas de paternidad en humanos).

La forénsica, por su parte, sirve para reconocer si las especies que se comercian provienen de la naturaleza o fueron propagadas a partir de colecciones. En Cuba podría convertirse en una herramienta poderosa, para identificar, mediante la genética, delitos asociados al comercio de especies.

«Conocer los genes de las plantas permite determinar si dos poblaciones de una misma especie tienen un origen común. Esto posibilita saber si han evolucionado de forma independiente y trazar estrategias de conservación acordes a las condiciones de cada población y a su historia de vida.»

Dennys de Vales Fernández

Profesor de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana

Para Dennys el taller fue una avalancha de temas novedosos.

Probando un nuevo camino

Al final todos discutimos nuestros proyectos, que tras nutrirse de tantos saberes experimentaron cambios en su mayoría. El mío quedó reformulado como un estudio de la filogeografía de poblaciones naturales de Phyllanthus orbicularis en Cuba. Este enfoque me permitirá abarcar todas las poblaciones del país y trazar estrategias de conservación específicas de acuerdo a sus condiciones naturales e historias de vida. Sabremos así a cuáles destinar los mayores esfuerzos.

El proceso de debate durante el Taller de Genética para la Conservación fue muy enriquecedor.

El taller amplió mis conocimientos sobre muchas herramientas que a veces no empleamos por desconocimiento o insuficiencias materiales. Fue un complemento de lo aprendido en nuestros procesos de capacitación con Planta! y me mostró las formas de gestión de financiamiento para este tipo de estudios genéticos. Pese a que todos los estudiantes teníamos diferente nivel de formación, ya que no existían límites de edad o nivel académico, fue tal la empatía que desde un inicio todos nos apoyamos y aprendimos de todos.

Por supuesto, también fuimos a la playa, hubo buceo, fiestas y largas conversaciones hasta el amanecer. Pudimos establecer lazos personales duraderos y nos propusimos reencontrarnos en el II Congreso Latinoamericano de Genética para la Conservación, que se celebrará en Brasil. La clausura del taller nos hizo entender por qué estábamos allí. Recordamos lo que un profesor nos dijo al llegar: «La principal razón por la que decidimos estudiar conservación es el amor».

«La principal razón por la que decidimos estudiar conservación es el amor»

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