
Andando por los caminos de la conservación activa
por Edgardo Díaz
Sobre los cenotes de la Ciénaga de Zapata, su primer viaje en barco y muchas experiencias de conservación de plantas, nos narra Edgardo en esta exploración por Cuba.
Tres árboles nos regalan la oportunidad de volver a un sitio de ensueño: Topes de Collantes. Son especies exclusivas de la flora cubana que vieron diezmadas sus poblaciones naturales y hoy se recuperan con nuestra ayuda.
Fecha: 27/07/2020
Proyecto: Conservación de especies amenazadas de montaña.
Cada tres meses los viveros donde crecen las nuevas plántulas de mantequero (Magnolia cubensis subsp. acunae), sabina cimarrona (Podocarpus angustifolius) y Tabebuia sauvallei reciben la visita de voluntarios de Planta! y, en años alternos, visitamos los cientos de ejemplares sembrados en las diferentes fincas. Un «plantófilo» de ley no olvida ninguno.
Topes de Collantes es un extraordinario Paisaje Natural Protegido, elevado a la categoría de mito por científicos y visitantes. Ello se debe a las riquezas naturales que guarda, sus ríos con hermosas cascadas y hasta su clima, que contradice los veranos sofocantes de la Isla. Se ubica en el Macizo de Guamuhayala, Cuba central, a 800 metros sobre el nivel del mar.
En sus más de 12 000 hectáreas habitan numerosas especies exclusivas de la flora y la fauna cubanas. La vegetación aquí mantiene su verdor todo el año debido a la abundancia de las precipitaciones. Claro que nosotros preferimos que no llueva mientras trabajamos, pues tendremos que recorrer a pie kilómetros y kilómetros, y el fango ayuda poco.
Hacemos este censo desde 2010, cuando empezamos a reintroducir las tres especies, dos de ellas exclusivas de la zona. Muchas de aquellas primeras plántulas salidas de los viveros hoy son árboles que ya comienzan a florecer, lo que nos llena de orgullo. Casi todos los individuos sembrados embellecen los jardines de muchos campesinos o dan sombra a sus cafetales. Antes esa función la cumplían especies exóticas, pero hemos logrado que los locales las vayan sustituyendo en la medida que los sensibilizamos y capacitamos sobre las ventajas de las especies propias.
En enero y febrero de este año se llevaron al campo 98 plántulas de mantequero y 54 de sabina cimarrona. Hacia La Habana trasladamos 146 Tabebuia sauvallei a fin de sembrarlas en el Jardín Botánico Nacional y en patios o jardines de varias instituciones. Las poblaciones naturales de esta última especie se han recuperado bastante. Ahora trabajamos para que sea conocida por el gran público, que pronto quedará hechizada por sus flores de color rojo vino (ya los conocedores la llaman «roble rojo»).
Desandando fincas y otros lugares naturales, entre ellos el «Jardín de variedades del café» —uno de los sitios con mayor interés turístico de la zona—, llegamos a cada planta que se ha sembrado en distintos momentos. A todas les tomamos los datos de altura y diámetro para ver cómo se van desarrollando. En total monitoreamos 866 en solo dos días de trabajo. En la segunda jornada, algo nos dio el impulso ideal.
Antes de salir al campo el segundo día pudimos disfrutar de una de las mejores atracciones de Topes de Collantes: el canopy o tirolesa. Imagínense lo que es apreciar toda la riqueza de un bosque siempreverde suspendidos de un cable, sobrevolándolo como lo haría un tocororo de los muchos que abundan por aquí.
Y es que volver a Topes de Collantes nos colma siempre. Es ver de nuevo a colegas como Norlys y Piño, que ya son como familia. Es disfrutar del verde paisaje en compañía de amigos mientras trabajamos en un proyecto que hace la diferencia. Desde un cable elevado vemos mucho más de lo que un turista cualquiera, porque sabemos en qué lugar del horizonte están esos árboles que hemos visto crecer.
por Edgardo Díaz
Sobre los cenotes de la Ciénaga de Zapata, su primer viaje en barco y muchas experiencias de conservación de plantas, nos narra Edgardo en esta exploración por Cuba.
por Eldis R. Bécquer
En la reserva Cupeyal del Norte, en el oriente de Cuba, una expedición de Planta! sigue el rastro de tres especies perdidas y de una tal vez nueva para la ciencia.