Andando por los caminos de la conservación activa
por Edgardo Díaz
Sobre los cenotes de la Ciénaga de Zapata, su primer viaje en barco y muchas experiencias de conservación de plantas, nos narra Edgardo en esta exploración por Cuba.
Publicada en 2013 en Bissea, “Las 50 plantas más amenazadas de Cuba” ha inspirado acciones de conservación en toda Cuba. Ha sido un llamado a conservacionistas, comunidades locales y decisores, unidos en el propósito común de preservar la singular flora de Cuba.
Fecha: 7/12/2020
Las “50 plantas más amenazadas” eran especies En Peligro Crítico de extinción (excepto Dendrocereus nudiflorus). Algunas se consideraban casi extintas, como el Roble real con solo 3 individuos en vida silvestre hasta que otras 4 plantas fueron localizadas entre 2017 y 2018. Sin embargo, la concientización lograda con esta publicación y otros medios de comunicación enfocados a la conservación de la biodiversidad cubana han marcado una enorme diferencia para muchas de esas especies. Esta es su historia, siete años después.
Se desplegó una campaña nacional para buscar al Roble real (Ekmanianthe longiflora), que una vez creció por toda Cuba. Se llegó a cada provincia cubana a través de carteles y un anuncio televisivo. Miembros de comunidades locales contactaron a Planta! con reportes de nuevos árboles para esta especie amenazada. A pesar de algunas identificaciones erróneas, el empeño de encontrar y proteger al Roble real creció por toda la Isla.
Nuevos robles reales fueron localizados por el equipo de Planta! en Sierra del Grillo y El Palenque. Además, 75 plántulas propagadas en viveros fueron sembradas en su hábitat natural en 2019. La especie continúa siendo propagada en viveros a partir de semillas y el equipo aprende de cada nueva experiencia de campo que contribuye a la recuperación de la especie.
La magnolia cubana de Topes de Collantes (Magnolia cubensis subsp. acunae) ha sido objeto de accciones de conservación por los últimos 10 años. Se han localizado nuevos individuos y la población ha triplicado su tamaño gracias a las miles de posturas sembradas. Muchas de estas son ahora plantas adultas, que producen flores y semillas.
El hábitat natural de esta magnolia también se recupera. Más de 550 hectáreas de bosque se han beneficiado de las acciones de conservación de la magnolia, no solo debido a la reintroducción de plantas sino también por la sustitución de plantas exóticas por nativas. Sin embargo, uno de los resultados más significativos del proyecto es que en Topes de Collantes la conservación de la magnolia es una tarea que involucra a todos: la comunidad, campesinos, instalaciones turísticas y técnicos del área protegida. Todos hacen su parte y la magnolia florece con mayor esperanza. Las acciones de conservación en el área se han extendido a otras especies locales amenazadas como Podocarpus angustifolius y Tabebuia sauvallei.
El cactus arbóreo de Cuba, Leptocereus nudiflorus (anteriormente llamado Dendrocereus nudiflorus) fue la única especie del Top 50 no categorizada como En Peligro Crítico. No obstante, fue incluida debido a la pérdida severa de su hábitat en el occidente de Cuba y a la reducción de su población en todo el país. Tres años después, la especie fue categorizada En Peligro Crítico en la Lista Roja de la flora de Cuba, también editada por Planta!
Hasta el momento, cientos de Leptocereus nudiflorus han sido sembrados en su hábitat natural, fundamentalmente en Cuba oriental. La población ha duplicado su tamaño con la reintroducción de 1144 individuos. Además se han localizado 700 nuevas plantas durante las expediciones realizadas a cada localidad en la que crece este cactus (ver Proyecto Dendrocereus nudiflorus).
En Baitiquirí (Guantánamo -Cuba Oriental), la propagación del cactus arbóreo en viveros locales ha propiciado la conservación de otras especies nativas amenazadas como la caoba de Cuba (Swietenia mahagoni) y el Guayacán (Guaiacum officinale), entre otras. Es como sembrar una semilla y ver un bosque entero germinar.
Otras plantas del Top 50 han sido priorizadas por el equipo de Planta!, tales como Harpalyce macrocarpa, Rhodogeron coronopifolius y Leptocereus scopulophilus. Los resultados con estas especies son igualmente prometedores. Otra especie, Begonia cowellii, perdida por 30 años, fue encontrada en 2014 por un club de aficionados de plantas y ha sido propagada por especialistas del Jardín Botánico de Cupaynicú (Granma). Especies como Coccothrinax borhidiana, Maxonia apiifolia, Copernicia fallaensis y Ekmanianthe longiflora han sido priorizadas en los programas de conservación de los Jardines Botánicos de Matanzas, Sancti Spíritus, Cupaynicú y Cienfuegos respectivamente.
Tal como se menciona en el libro, las especies fueron un pequeña muestra de las plantas más amenazadas de Cuba. Lamentablemente, aproximadamente 18% de la flora de Cuba se encuentra En Peligro Crítico. Las plantas del Top 50 fueron escogidas cuidadosamente para llamar la atención sobre diversos hábitats, ecosistemas y regiones que requieren acciones de conservación. Preservar una especie a largo plazo implica actuar sobre las amenazas que enfrenta en su hábitat, esas que la llevan al riesgo de extinción. Tras años de acciones de conservación en varias de las plantas del Top 50, más de un hábitat en decline ha comenzado a recuperarse, beneficiando muchas especies de plantas y animales en sus ecosistemas. Desde este punto de vista podría decirse que las plantas del Top 50 tenían una tarea específica, más allá de su propia conservación. Eran la última esperanza de otras especies En Peligro Crítico; debían brillar, como esmeraldas vivas.
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